Hola que tal hoy 13/12/2019
vamos a hablar de un tema muy importante que es sobre un caso de un niño
que fue rechazado por su discapacidad bueno pues comenzaremos con el caso y
dice así. Diego de Alonso es un niño "risueño" de dos años y medio
que tiene parálisis cerebral, un trastorno que de momento se manifiesta en
forma de problemas motrices y que le ha costado un rechazo incomprensible. El
Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna (Tenerife) le ha negado la admisión
en las escuelas infantiles públicas del municipio por su discapacidad.
Su padre, Albano, no se
resigna y denuncia el caso, sobre todo, "por si sirve de ejemplo" a
otras familias. Todo empezó el pasado mes de marzo, según narra Albano, cuando
él y su esposa solicitaron plaza para el pequeño y para Marcos, su hermano
mellizo, en las escuelas públicas del municipio.
El Consistorio denegó la admisión del primero y aprobó la del
segundo, alegando que el centro infantil carece de equipamiento y recursos para
la atención del menor por su discapacidad. Diego tiene parálisis cerebral y un
grado de discapacidad del 67%, lo que el Ayuntamiento de San Cristóbal de la
Laguna, basándose en el Reglamento de Escuelas Infantiles Municipales,
considera que no es compatible con el equipamiento, los recursos y el proyecto
educativo del centro.
Antes
de denegar la admisión del niño, el Ayuntamiento pidió a los padres un
certificado médico del pequeño y una copia de su certificado de discapacidad.
Como la documentación afirmaba que era necesaria la presencia de un auxiliar de
apoyo para el menor, el consistorio le denegó la entrada en el centro
educativo, argumentando no tener presupuesto para ello. Sin embargo, el padre
de Diego sostiene que el niño requiere sólo de una atención "un
poquito" más intensa de la que precisa cualquier niño de su edad y lamenta
que se le haya rechazado basándose únicamente en unos papeles, sin verle
siquiera.
Como
los demás niños Según
Albano, Diego precisa de ayuda para desplazarse, "pero nada más", ya
que "come y juega solo, aunque también con los demás niños" y, por
supuesto, "se pelea, muerde y se tira al suelo" como hacen todos los
pequeños de su edad.
Con su
hermano, Marcos, Diego juega a menudo y se pelea, pero también se apoya en él,
porque a pesar de ser tan pequeño le ayuda en sus desplazamientos, algo que su
padre lamenta que no puedan hacer los demás pequeños que acuden este curso a la
escuela que le ha negado el acceso, porque entiende que sería un buen ejercicio
para ellos.
Albano
dice que los niños que podrían haber sido compañeros de Diego "se están
perdiendo a un pequeño muy alegre, risueño y juguetón que trata de imitar lo
que ve y que lucha y se esfuerza" por aprender y progresar y que lo
consigue. Porque, afirma su padre, el niño "está progresando" y así
lo ven también los médicos, que no se atreven a hacer un pronóstico de su caso
por tratarse de un paciente muy pequeño, pero que sí certifican que avanza.
Avanza
en su movilidad, para la que precisa ya solo de una mano o de un andador, y
también en su lenguaje, pues el niño tiene un vocabulario más pobre que su
hermano, aunque habla. "Eso sí", enfatiza su padre, quien subraya que
en la escuela privada a la que acuden ahora Diego y Marcos no han puesto ningún
problema. Tanto es así, abunda, que Diego es allí uno más: juega como todos sus
compañeros, que tienen la suerte, insiste, de convivir desde tan pequeños con
un niño con discapacidad, lo que les reportará, sin duda, una experiencia vital
que a los alumnos de las escuelas públicas les están quitando.
Por
todo esto, Albano asegura que no cejará en su intento de que admitan a Diego en
una escuela pública, no tanto por su situación en sí, que ya está en cierto
modo resuelta, como por la de otras familias con casos similares, a las que
anima a luchar como están haciendo él y su esposa.
Reclamaciones:
La
familia de Diego ha presentado distintas reclamaciones ante las autoridades
públicas, como el concejal de Bienestar Social y Calidad de Vida y Mercado, Miguel
Ángel González; el alcalde del municipio, Fernando Clavijo; la Dirección
General de la Dependencia, Infancia y Familia; la Dirección General de
Políticas Sociales y ante la Viceconsejería de Educación, sin obtener una
solución al respecto.
Igualmente,
los padres de Diego han recurrido a la Oficina Permanente Especializada de la
Dirección General de Políticas de Apoyo a la Discapacidad del Ministerio de
Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, y el diputado del Común del Gobierno de
Canarias, quienes "sí han mostrado preocupación por el caso".
Finalmente, han solicitado la
ayuda del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi),
que ha anunciado que pondrá el caso en conocimiento de la Fiscalía del Estado
para que examine esta conducta del Ayuntamiento "por si pudiera constituir
un comportamiento antijurídico con reproche penal, al discriminar
flagrantemente a un niño con discapacidad, protegido por el artículo 7 de la
Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad".
Bueno este caso al final se resolvio ya que se busco la ayuda y se pudo integrar el niño gracias al ayuntamiento por el articulo 7 se les gusto este caso dejenme un comentario.